En el mundo además de la demanda de seres vivos, hay un gran comercio de pieles, plumas, colmillos y órganos.
Pero los animales no sólo se enfrentan a sus cazadores, ya que al momento de ser transportados pueden sufrir lesiones, muchos se automutilan, se arrancan las plumas, se amputan los dedos de las patas y debido al hacinamiento pueden tener y contagiar alguna enfermedad.
Primero queda preso
Lo peor es que esto no detiene a los traficantes. Balam, el jaguar sagrado de los antiguos mayas está en peligro de desaparecer de las selvas de Campeche, pero también el tucán, el hocofaisán, el venado cola blanca, el pavo real. “Sí había el jaguar, había el puerco de monte que le dicen, venado, todo eso pues mucho se ha acabado”, aseguró José Luis Gómez, ex chiclero y ex maderero.
Le retiran la piel
Hay ejemplares que alcanzan altos precios en el mercado negro, si están en vías de extinción, como el jaguar, el pago será mayor. “Estos representan alto valor comercial, su piel y sus colmillos básicamente”, afirmó Dimas Hernández. Grupos con armas de alto poder recorren las selvas campechanas en busca de esos animales. “Se dedica a cazar impunemente a estos bellos ejemplares, que no han entendido que es más importante mantenerlos vivos”, comentó Manuel Angulo, secretario de Ecología de Campeche. Algunos mueren por su plumaje o su piel y se convierten en la materia prima de artículos diversos. La cacería ilegal de animales va en aumento en las selvas de Campeche.
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